Fotografía y texto: François Delebecque.
Editorial: Thierry Magnier Albums Jeunesse
» Où suis-je dans l’univers ? Pourquoi l’homme s’attaque-t-il aux arbres ?
Pourquoi ne laisse-t-il pas la porte de sa maison ouverte sur le monde ?Décidément, l’homme est bien curieux dans son humanité ! »
¿Dónde estoy, quién soy, a dónde voy, ¿quién es esta gente que me rodea … Cada fotografía es un paso en este viaje existencial, donde el universo sorprendente de Delebecque nos deja con nuestro asombro silencioso.
Les dejo este texto de Vanessa Rodriguez para su blog: punctumchildren, en el que evoca esta maravillosa obra de la fotografía de François Delebecque.
Yo nunca tuve un Teddy Bear; tampoco conozco a nadie que lo tuviera. Sin embargo, ahora, de mayor, los encuentro fascinantes. Fascinantes y turbadores. Esos pequeños seres inanimados que comparten los días y las noches con niños de todo el mundo se me aparecen inquietantes en su silencioso acompañar de los deseos y los sueños de los pequeños.
Hace algunos años, Geneviève y Gérard Picot, se dedicaron a reunir toda clase de ositos de peluche, historias, textos y fotografías sobre ellos que dieron lugar a una gran colección que fue el motivo de inspiración del delicioso Les songes de l’Ours (El sueño de Oso), de François Delebecque.
Delebecque, artista plástico, fotógrafo y cineasta francés utiliza varias piezas de la colección Picot para llevarnos hasta los sueños, no de los niños, sino de sus inseparables compañeros, sus Teddy Bears. El resultado es mágico.
De nuevo, la técnica es la fotografía: imágenes en blanco y negro en formato cuadrado y a sangre, que se alternan en páginas pares e impares acompañando la imaginación, los sueños y los pensamientos de un pequeño oso de peluche que se pasea por el mundo haciéndose preguntas sobre la naturaleza humana.
Y las fotografías son quizá lo más interesante de esta historia que, sin las ilustraciones sería algo completamente diferente, probablemente menos evocador y sugerente. Difícilmente de otro modo podría conseguirse el extrañamiento que producen esas escenas tiernas y desconcertantes al mismo tiempo.
Las fotografías de Delebecque para este álbum, curiosamente -quizá de manera deliberada o por un débito inconsciente o tal vez una influencia en la manera de hacer fotos de una generación o, por qué no, la pura casualidad-, remiten a las ilustraciones de Enzo Arnone para Ciccì Cocco. En cualquier caso, nos encontramos, otra vez, con un magnífico ejemplo del uso de la fotografía, de la buena fotografía, como ilustración en un libro para niños.
Sólo por eso, aunque yo nunca tuve un Teddy Bear, si lo hubiera tenido, sería el de una fotografía de François Delebecque.
François Delebecque: Les songes de l’Ours (2005)
Enzo Arnone (1974-1981), para Ciccì Coccò. François Delebecque: Les songes de l’Ours (2005) Enzo Arnone (1974-1981), para Ciccì Coccò.